El suelo pélvico es uno de los grandes desconocidos del cuerpo humano a pesar de que tiene numerosas funciones vitales. Hoy Amalia Yenes, una de las mayores expertas en suelo pélvico y responsable de Clínica Yenes (Palencia), solventa dudas sobre la importancia de fortalecerlo y también si es cosa solo de mujeres o también de hombres
Función del Suelo Pélvico
Pregunta: ¿Qué es el suelo pélvico y qué función tiene?
Respuesta: El suelo pélvico es un gran desconocido aunque es verdad que últimamente está tomando más relevancia. Forma parte de la musculatura que hay en la parte inferior de la pelvis y tiene muchas funciones. Primero sostiene órganos, como pueden ser la vejiga, en caso de hombres y mujeres, el recto también, y luego ya el útero en mujeres, o la próstata en los hombres.
P: Por lo tanto, debemos cuidar el suelo pélvico tanto hombres como mujeres
Si. No tener fortalecido el suelo pélvico supone disfunciones y patologías diferentes para mujeres y hombres, pero ninguno de los dos sexos deben fortalecerlo. Las mujeres ya lo tenemos un poquito más normalizado y se asocia más al embarazo; quizás ahora se empieza a asociar más a la menopausia, pero ambos sexos pueden tener diferentes problemas. Por ejemplo, los hombres de una edad más adulta pueden tener problemas de próstata, incontinencia urinaria o problemas de erección, eyaculación precoz, ciertas cosas que a veces que se han normalizado y nunca se ha buscado una explicación de por qué está sucediendo, pero es un problema que muchas veces se pueden abordar desde la fisioterapia.
P: ¿Cuándo realizar una valoración de suelo pélvico? ¿Solo tras el parto?
R: No hace falta esperar a que haya una disfunción o que tengamos algún tipo de síntomas para hacer una valoración de suelo pelvico, puesto que muchas veces si hiciésemos una valoración aún no teniendo síntomas, simplemente por saber cómo estamos, igual que nos hacemos una analítica para saber cómo está el colesterol u otros aspectos, nos podría servir a nivel preventivo y para saber si hay cosas que para nosotros son normales y lo vivimos como algo normal, pero no lo es.
Por otro lado no tiene que estar asociada la valoración a un embarazo. Mujeres que no hayan tenido hijos pero que hagan mucha actividad deportiva, sobre todo de impacto, como carrera o cross, deberían hacérsela.
En cuanto a hombres, aquellos que levantan mucho peso o hacen actividades como ciclismo, es decir ejercicios de impacto deberían hacérsela para prevenir otro tipo de cuestiones. Tenemos normalizadas determinadas cosas como por ejemplo, el estreñimiento pero puede estar perjudicando nuestro suelo pélvico, y si no se trata generar otro tipo de problemas.
P: ¿Qué ejercicio es el mejor para el posparto?
R: No hay ningún ejercicio milagro. Vivimos en una sociedad en la que de repente se pone de moda algo y parece que eso es la solución a todos los problemas. Se pone de moda el Pilates, los hipopresivos o las bolachinas. Obviamente puede ser algo que nos ayuda, pero hay que individualizarlo. No es lo mismo una mujer postparto que no ha hecho ejercicio nunca que una mujer que ha sido muy deportista y quiere volver a este deporte de alto nivel o de alta exigencia. Hay mujeres que no hacen deporte de competición pero sí que tienen una demanda muy alta de ejercicio. Entonces, lo primero es individualizar y saber qué objetivo es el de nuestra paciente, cómo está y a partir de ahí estructurar todo el trabajo.
Lo que siempre recomendamos es que después de un postparto sí que se haga una valoración de suelo pélvico. Porque muchas veces por lo más general dicen hasta los 8 meses no se puede hacer nada y en el 6º mes ya te puedes poner las zapatillas, y eso no es así. Hay mujeres que a lo mejor tienen ciertas condiciones que pueden empezar a hacer algo de deporte de impacto antes y hay mujeres en las que lo tenemos que ir posponiendo. Que no quiere decir que no puedan hacer nada, pero hay que ver cómo está y en función de eso adaptar el ejercicio. No hay nada ni que sea mágico ni un solo ejercicio que te pueda ayudar. Tenemos que escalonar y siempre consensuar con la mujer que es lo que queremos hacer. Igual que no podemos hacer de todo, tampoco nos pueden prohibir ciertas cosas. Y si como objetivo queremos volver a correr, pues nos tenemos que ayudar de profesionales que nos permitan, ir consiguiendo objetivo, objetivo hasta que el resultado final se acorde.
Eso sí, no nos tenemos que conformar con que “es que mi cuerpo ya nunca va a ser el de antes, es que yo no voy a volver a ser la de antes”. Obviamente, hay cosas que no, puede ser que no vuelvan a estar igual y que nos vaya a costar más trabajo, pero no nos podemos poner esa barrera limitante ya desde el principio. Entonces es muy importante asesorarse siempre de la mano de un fisio e ir trabajando haciendo una progresión de la carga y haciendo la adquisición.
P: Por cierto, ¿el ciclo menstrual afecta al suelo pélvico y al rendimiento?
R: La respuesta es sí. Si que es verdad que el ciclo menstrual es un signo vital de la mujer igual que tenemos otros signos que nos dicen si nuestro estado de salud es óptimo o no. Tener dolor menstrual, reglas muy regulares o reglas muy abundantes. O incluso ausencia de menstruación es un signo que nos señala que algo no está bien. La mujer es cíclica, ¿qué quiere decir eso? Que tanto nuestros estrógenos como nuestra progesterona va cambiando a lo largo del ciclo menstrual y los niveles no son constantes. Y eso afecta a nuestros tejidos, afecta al resto de hormonas y afecta a cómo estamos. Entonces sí que es muy importante tener en cuenta cómo son los ciclos de esa mujer, no normalizar una ausencia de menstruación problemática, no normalizar ciclos muy abundantes o normalizar el dolor. Tenemos que ver qué es lo que está sucediendo en esa mujer, por qué se dan los síntomas que tiene y a partir de ahí poner una solución. Que puede ser a veces una estrategia nutricional, ejercicio, ver por qué está sucediendo eso y, sobre todo, adaptarlo también al ciclo menstrual, porque los niveles de estrógeno y progesterona no están igual. Y, es más, al suelo pélvico, esta alteración de los niveles afecta de manera directa y lo vemos mucho en la menopausia. El déficit de estrógenos que se da de manera natural en la menopausia afecta a nuestro suelo pélvico. De hecho, muchas patologías de suelo pélico aparecen en la menopausia. Puede ser mujeres que han tenido tres hijos, dos hijos, o incluso ninguno, pero nunca han tenido síntomas, y llega la menopausia y todos los tejidos empeoran, el sostén de los músculos empeora con el déficit de estrógenos y ahí aparecen los síntomas.
P: De cualquier manera, conviene tomar conciencia de crear buenos hábitos en cuanto al suelo pélvico. ¿Cómo podemos crear buenos hábitos y también dejar de normalizar cosas que no deberían ser normales?
R: Siempre hemos normalizado muchísimas cosas respecto a la salud, sobre todo de la mujer. Se dice que una perdida de orina es normal porque has tenido hijos, y que ya le pasó a tu abuela o a tu madre. Lo que pasa es que siempre la solución cómoda o fácil, porque no se ha puesto el foco en lo que le pasaba a la mujer, era poner parchas como una compresa para las pérdidas de orina. Entonces hay mujeres que, o bien desde la menopausia o incluso desde antes, nunca salen de casa sin una compresa, por si tienen pequeñas pérdidas al toser, al estornudar, al coger un peso. Sin embargo, no podemos normalizar esa situación cuando sabemos que muchísimas de las cosas las podemos solucionar desde la fisioterapia. Algo tan sencillo como hacer ciertos ejercicios o tener ciertos cuidados. No podemos normalizar perder orina, no podemos normalizar el estreñimiento, porque sabemos que perjudica el suelo pélvico más que 10 partos, o no podemos normalizar que vayamos mucho al baño. Son cosas que significan que es una disfunción y que hay medios para tratarlo. Tenemos que romper un poco con lo que nos han dicho que es normal. Nadie debería tener pérdidas de harina ni una gota ni dos, ni solo cuando la vejiga está llena o cuando estornudo. O es que mi vejiga es pequeña y voy a hacer mucho pis. Son cosas que no son normales y que no deberíamos normalizar.
Clínica Yenes
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