- La alianza permitirá a la eléctrica predecir, planificar y cuantificar los riesgos climáticos que puedan causar daños en los activos de red
- Iberdrola cuenta con más de 1,1 millones de kilómetros de líneas eléctricas en Estados Unidos, Brasil, Reino Unido y España
Iberdrola ha firmado una alianza con la compañía con sede en Bilbao (Vizcaya) Woza Labs para proteger sus líneas eléctricas del cambio climático. La startup empleará su conocimiento en el desarrollo de soluciones digitales, como sistemas de información geográfica y de análisis de imágenes por satélite, que permitirán al negocio de redes de Iberdrola predecir, planificar y cuantificar los riesgos climáticos que puedan causar daños en los activos de red.
Woza Labs es la ganadora del reto lanzado en octubre por Iberdrola de la mano de su programa de startups, PERSEO. La compañía vasca diseñará un programa para determinar cómo el cambio climático y sus derivadas –vientos fuertes, lluvias torrenciales, filomenas– pueden afectar a las redes de Iberdrola. Esto permitirá a la compañía que preside Ignacio Galán priorizar las inversiones o reformas en la red para mitigar estos riesgos. El objetivo es escalar este tipo de soluciones a las geografías donde opera el grupo.
Las líneas de distribución son uno de los pilares del sistema eléctrico en todo el mundo, y más aún con la integración de la producción renovable, el impulso la eficiencia energética y la mejora de la calidad de suministro. Iberdrola, con 1,1 millones de líneas eléctricas, quiere reducir los fallos en las redes distribución en entornos forestales, que en su mayoría se deben a caídas de árboles y ramas por fenómenos meteorológicos provocados por el cambio climático.
La red de distribución, por su extensión y por las nuevas amenazas ambientales, requiere inversiones que mejoren su resiliencia, de forma que esté preparada para afrontar estas amenazas. El negocio de redes es crucial para Iberdrola, que anunció en su Capital Markets & ESG Day celebrado el pasado 9 de noviembre que destinará el 57% del total de 47.000 millones de euros en inversiones previstas entre 2023 y 2025 a esa área –en torno a 27.000 millones de euros–.
La mejora de las líneas de distribución son el camino para cambiar la manera tradicional de suministrar la energía eléctrica unidireccionalmente –desde las redes de transporte, hasta los puntos de consumo– a uno donde se actúe como una plataforma inteligente e interactiva. Así, esta infraestructura será capaz de integrar más generación renovable, y de aportar mayor capacidad para nuevas innovaciones asociadas, como el vehículo eléctrico, el autoconsumo o la electrificación del calor, entre otros.
El reto se ha lanzado dentro del marco de BiOK!, el lugar de encuentro que se ofrece desde BEAZ (entidad del Departamento de Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia) para la generación de nuevas oportunidades de negocio, en colaboración con el nuevo centro de innovación en redes inteligentes de Iberdrola, el Global Smart Grids Innovation Hub.
Iberdrola cuenta con líneas eléctricas de transmisión y distribución repartidas en Estados Unidos, Brasil, Reino Unido y España. Esta red se compone de más de 4.400 subestaciones de alta a media tensión y más de 1,5 millones de transformadores de distribución de media a baja tensión, construidos y operados para suministrar un servicio de alta calidad y fiabilidad a un total de 31 millones de puntos de suministro eléctrico.
EL MOTOR DE LAS ‘STARTUPS’ DEL SECTOR ENERGÉTICO
Iberdrola cumple este ejercicio 15 años de innovación en el sector energético de la mano de su programa de startups, PERSEO. Este ha contribuido a que la eléctrica ponga en marcha soluciones innovadoras para potenciar las energías renovables, la descarbonización y la electrificación de la economía, la digitalización de las redes, el fomento del almacenamiento eficiente y el cuidado del medio ambiente. La iniciativa, con ocho empresas actualmente en cartera, ha creado en estos años un ecosistema global de empresas emergentes con una inversión de más de 100 millones de euros.
En el ecosistema del programa se hallan más de 7.500 startups, entre ellas unicornios –empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares–, como el fabricante de soluciones de recarga para vehículos eléctricos Wallbox y Stem, que ofrece soluciones de almacenamiento inteligente en baterías.
Los proyectos piloto permiten a las startups acceder a grandes volúmenes de datos y activos energéticos reales, gracias a que prueban sus tecnologías en un entorno real y, al mismo tiempo, ofrece inversión a las startups con mayor potencial de crecimiento. Estas dos fórmulas permiten conocer el mercado y acceder a tecnologías clave de primera mano.