Cada año, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) publica un listado con las tecnologías que están llamadas a transformar el mundo. Se trata de una serie de avances que ponen de manifiesto el poder de estos recursos transformadores para mejorar nuestro día a día. Desde la inteligencia artificial (IA) generadora de imágenes hasta la posibilidad de crear órganos humanos personalizados, enumeramos aquellas tecnologías emergentes que modelarán el futuro a partir de 2023, según el MIT.
Tratamientos de edición genética
La tecnología CRISPR 2.0 (también denominada «edición de bases») ofrece a los médicos un diseño selectivo que consigue cambiar la base del ADN por otra, evitando errores cuando el ADN se repara a sí mismo después de ser cortado. En un siguiente paso, el CRISPR 3.0 permitirá insertar fragmentos de ADN en un genoma, abriendo la puerta a la sustitución de genes que son el origen de enfermedades.
De momento, se han desarrollado con éxito tratamientos experimentales en Nueva Zelanda, donde una mujer con una dolencia cardiaca ha podido reducir sus niveles de colesterol gracias a la edición genética.
IA que crean imágenes
OpenAI, Google, Stability AI o Midjourney están ya ofreciendo los servicios de sus IA, que con unas instrucciones precisas son capaces de crear una variedad de imágenes originales. Editores de imagen ya están incorporando esta función, mientras que se explora la creación de vídeos.
Estas IA plantean debates en torno a los derechos de las imágenes y el papel de los artistas, pero indudablemente esta tecnología emergente está transformando la industria creativa como la conocemos.
Estándar abierto en la fabricación de chips
Los fabricantes de microchips han apostado por un estándar abierto conocido como RISC-V, con especificaciones comunes en su modo de fabricación, competencias y materiales. De esta manera, se compatibilizan todos los microchips del mercado, independientemente de quién los produzca.
El RISC-V se puede usar sin regalías, por lo que cualquier fabricante puede acceder a él, deslocalizando su producción y haciéndola accesible.
Uso de drones en conflictos armados
La guerra de Ucrania está sirviendo como escenario de prueba para nuevos recursos militares, especialmente drones. Si hasta ahora reinaban los Predator y Reaper, de fabricación estadounidense, otras potencias están poniendo a prueba sus drones de bajo coste, desde Turquía hasta Irán. Este hecho ha transformado la manera de librar las guerras y quién puede librarlas, debido a su económica fabricación al alcance de países que hasta ahora no podían permitírselo.
Desde los de reconocimiento a los explosivos, los drones han mejorado su autonomía (mayor duración de batería) ampliando su radio de acción, además de mejorar en términos de velocidad. La otra cara de la moneda es su uso con fines humanitarios, dando cobertura sanitaria a población civil víctima del conflicto.
Órganos personalizados
Unos de los retos que afronta el trasplante de órganos es su disponibilidad y compatibilidad. Los pacientes han de esperar a que se done un órgano adecuado y, una vez realizado el trasplante, que no genere rechazo en su organismo. La posibilidad de crear órganos a la carta planta cara a estos dos retos.
Por un lado, ya se están editando genéticamente órganos de animales para hacerlos compatibles con el cuerpo humano. Por otro, se está desarrollando la posibilidad de cultivar organoides de células madre, que podrían generarse a medida, con especial interés en su compatibilidad genética. Ambas posibilidades suponen una oferta ilimitada de «recambios» para el cuerpo humano.
La popularización del coche eléctrico
Mientras que en España el porcentaje de ventas del coche eléctrico solo asciende a un 10,9 % del total de coches vendidos, el resto de Europa se ha puesto las pilas al respecto. En diciembre de 2022, el 55,4 % de los coches que se han vendido en Alemania son eléctricos. El impulso que está experimentando el coche eléctrico proviene en parte de la responsabilidad de las administraciones de todo el mundo, que están estableciendo calendarios para la eliminación gradual de los vehículos alimentados por combustibles fósiles.
De igual manera, los fabricantes de automoción están trabajando en aumentar su capacidad de fabricación de coches eléctricos, además de optimizar sus prestaciones y abaratar su precio. Por ejemplo, el Hongguang Mini, vehículo eléctrico de fabricación china, se ha convertido en el eléctrico más vendido del mundo, con un precio de 4.600 euros.
El telescopio espacial James Webb nos ayuda a entender el universo
En diciembre de 2021, la colaboración entre EE. UU., Europa y Canadá daba sus frutos con el lanzamiento al espacio del mayor telescopio de la historia, el telescopio espacial James Webb. Su diseño permite la detección de la radiación infrarroja, función que habilita a los astrónomos retroceder en el tiempo e investigar cómo se formaron las primeras estrellas y galaxias. Está previsto que el telescopio preste servicio durante dos décadas, en las que recabará y transmitirá información que nos abrirá una valiosa puerta a conocer el universo y su origen y las particularidades de los cuerpos que nos rodean
Análisis del ADN para conocer el origen de las especies
Nuevas técnicas para analizar ADN antiguo están permitiendo a los científicos conocer más sobre el origen de nuestra especie y su evolución a través de los siglos. En algunos casos, ya no es necesario contar con huesos: la tecnología ya permite analizar la tierra donde los neandertales habían orinado para conocer su ADN.
Estos análisis han desembocado en notables descubrimientos sobre nuestro origen: los investigadores han identificado dos nuevas especies extintas de humanos, el Homo luzonensis y los denisovanos, y también han constatado que los humanos actuales cuentan con mayores coincidencias en su ADN con los denisovanos y los neandertales de las que se pensaba hasta ahora.
No obstante, esta tecnología también nos permite afrontar el futuro con optimismo en el plano sanitario, ya que el estudio de los genes de aquellos que sobrevivieron a la peste negra puede dar las claves frente a otras epidemias, por ejemplo.
Una nueva vida para las baterías
Las baterías requieren materiales limitados y costosos de extraer (en el plano económico y sostenible), dependiendo de fluctuaciones en los mercados. Esta incertidumbre en su disponibilidad supone una importante limitación en la electrificación, especialmente cuando hablamos del vehículo eléctrico.
Para aliviar este obstáculo en la fabricación de baterías, los esfuerzos se han centrado en su reciclaje. Ya es viable la extracción de los materiales más difíciles de obtener y más valiosos para su reutilización: casi el 100 % del cobalto y del níquel, más del 80 % del litio, así como gran parte del aluminio, el cobre o el grafito. El reciclaje, además, consigue asegurar que las baterías no causan daño medioambiental una vez que se transforman en residuo.